Cuando queremos hacer un cambio de hábitos, como comer sano, hacer deporte… empezamos con muchas ganas y fuerza, sobre todo, después del verano donde nos relajamos y como todo vale, hay quien pone unos kilitos.
Esas fuerzas y motivación van decayendo conforme pasan los días., ya que queremos resultados rápidos y al ver que no se cumplen nuestras expectativas de bajar de peso “rápido”, abandonamos nuestros hábitos sanos, dejamos de ir al gimnasio, de comer equilibradamente y sano…
¿Qué es lo que falla? ¿Qué te ha arruinado otras veces tus intentos de conseguir tus objetivos? ¿Cuáles son tus obstáculos?
Lo mejor es una buena planificación y tus objetivos claros, tanto de ejercicio físico, plan nutricional, descanso…mejor empezar por unos mínimos y metas cortas, así, no tiramos la toalla y poco a poco ir desafiándote. Tener en mente el para qué quieres cambiar tus hábitos y que beneficios vas a obtener a medio y largo plazo.
Principales EXCUSAS:
Falta de tiempo: No tengo tiempo, ¿De dónde lo saco? De las 24 horas del día y 168 horas semanales… ¿no puedes sacar tiempo para cuidarte, quererte, tener más salud, más energía, para sentirte mejor…? ¡¡No me lo creo!!!
Nos saboteamos y negociamos con nosotros mismos: Mañana empiezo, estoy cansad@, es que…
Al final nos estamos engañando a nosotros mismos. Tenemos que conocer nuestros puntos débiles, el principal enemigo somos nosotros mismos.
Las comparaciones: Por mucho que entrene, coma sano…no voy a tener el cuerpo de tal o cual, ya no voy a estar como antes, ya no soy tan joven, no tengo buena genética… No compararnos con lo que éramos antes ni con nuestro entorno. Esto, no sólo no ayuda sino que nos limita y puede hacer que tiremos la toalla.
Zancadillas emocionales: He tenido un día malo, hoy no es mi día, no tengo ganas… todos tenemos días de bajona.
Es muy fácil excusarnos, justificarnos… estos días son los que tienes que estar más fuerte y pensar que precisamente cuidarte, hacer ejercicio, alimentarte saludablemente… esto te ayudará y te hará sentir mejor, a desconectar, a relajarte y sobre todo, descargarás endorfinas y adrenalina que te darán energía y bienestar. Ten confianza en ti mismo.
Fines de semana, vacaciones, eventos sociales: somos seres sociales, hay que socializar pero no por eso cuando salgas, tirar por la “borda” todo lo conseguido. Ten claro tu objetivo y grábalo en tu mente. No sólo se disfruta de la comida, nútrete también de tus amigos, familia, de las relaciones, de una buena conversación…
Si vas en grupo ponte en tu plato todo lo que vas a comer, o elige comida a plancha, horno… si has comido un poco más de la cuenta o ciertos alimentos menos sanos, cena más ligerito y al día siguiente vuelve a tu “rutinilla” lo antes posible, o incluso puedes estar un día a fruta de temporada para dar un respiro al organismo.
Trucos que te pueden ayudar:
Haz una planificación semanal:
Ejercicio físico: ¿Cuántos días, cuánto tiempo, qué te gusta hacer? Andar 30 ´, correr, gimnasio, saltar a la comba durante 10-15 min… ve andando a todos los sitios que puedas, coge las escaleras…
Tu plan nutricional: mira en tu despensa, frigo… haz limpieza de todo lo que no te valga. Prepara tu lista de la compra, así no comprarás lo que no debes y ten planificado lo que vas a comer, desayunar y cenar, para tenerlo preparado y que no te de pereza o te sabotees.
Haz una lista de tus excusas y puntos débiles que te pueden impedir cambiar tus hábitos y también de todos los beneficios que vas a obtener si haces ejercicio y empiezas a cuidar tu alimentación.
Dedica un tiempo para tí a diario para desconectar: lectura, meditación, música, baño relajante, baile, escritura…
Y recuerda, es un cambio de mentalidad, de hábitos, de empezar a cuidarse, no es dieta, no es privarse, es elegir lo que es mejor para ti, tu salud, tu imagen, tu autoestima… el no cuidarte, el tener hábitos insanos y no hacer ejercicio tarde o temprano te pasará factura.
Y si tienes un día que “abandonas”… no te rindas, vuelve a tu “rutina saludable” lo antes posible, a veces las cosas no salen a la primera.
¡Lo importante es volverse a levantar! Cuando perseveras, lo consigues.
4 sencillas preguntas:
¿Qué tiene de bueno cambiar?
¿Qué tiene de malo cambiar?
¿Qué tiene de bueno seguir como estoy?
¿Qué tiene de malo seguIr como estoy?
No te empeñes en atajos cortos, dietas milagros, para llegar cuanto antes a tu destino porque te encontrarás con soluciones que no se sostienen con el tiempo. Por eso tiras la toalla y luego llega el temible efecto YO-YO y te sientes frustrad@ y peor que antes.
No vuelvas a caer de nuevo, este año, en lo mismo, prueba algo diferente, no empieces una dieta que termina, empieza un estilo de vida, aprende a comer de una forma responsable y saludable, a integrar tus hábitos en tu vida social, en tu día a día, aprende incluso a “pecar” de una manera inteligente, aprende a gestionar tu tiempo y sacar un hueco para tí, para tu salud (comer sano, ejercicio, relax…), te aseguro que se puede, sólo tienes que cambiar tu mentalidad y querer hacerlo.
Adelgazar puede ser duro, para muchos, pero más duro es tener ese peso de más, esos kilos que van y vienen, el tener tu autoestima por los suelos porque no te gusta cómo te ves y cómo te queda la ropa, el sentirte pesad@, hinchad@, sin energía….¡eso sí es duro!
Fuente: May Morón Romero ( Coach Nutricional y Personal Certificada)