Es el conjunto de medidas a tomar para que un espacio sea confiable, seguro y eficaz, por ende, esté preparado ante la posibilidad de un incidente como parada cardiaca y muerte súbita.
Una Zona Cardioprotegida es un espacio que dispone de un Desfibrilador Externo Automático y personal entrenado en Reanimación Cardiopulmonar (RPC) para dar respuesta ante un evento de paro cardiaco repentino en menos de tres minutos (180 segundos), y así elevar las probabilidades de supervivencia hasta un 70%.
Este programa lo hemos estado desarrollando desde hace más de 15 años, mediante diferentes campañas de sensibilización e implementación de zonas cardioprotegidas en puntos estratégicos como estaciones y terminales de transporte, aeropuertos, centros comerciales, clubes deportivos, instituciones educativas, así como en entidades públicas y privadas que cuentan con un flujo de personas significativo.
La cardioprotección es esencial en espacios públicos como hoteles, centros recreacionales y turisticos, centros educativos, oficinas, bares y restaurantes, transporte masivo, y lugares de culto religioso(entre otros), ya que puede salvar vidas en caso de emergencias médicas. Un equipo de cardioprotección, como un desfibrilador externo automático (DEA), puede proporcionar una respuesta rápida y efectiva en caso de una parada cardíaca, aumentando las posibilidades de supervivencia de la víctima.
Además, la presencia de un DEA también puede ayudar a tranquilizar a los visitantes y empleados, al saber que están en un lugar seguro y preparado para manejar situaciones de emergencia. Por lo tanto, la inversión en cardioprotección es una medida sensata y responsable para garantizar la seguridad y bienestar de las personas en estos espacios.
A diferencia del ataque cardíaco, la parada cardíaca súbita o muerte súbita cardíaca (PCS/ MSC) habitualmente está causada por un problema eléctrico en el corazón.
Se produce cuando las cámaras inferiores del corazón (ventrículos) desarrollan bruscamente un ritmo rápido e irregular (fibrilación ventricular) que determina que los ventrículos tiemblen en lugar de contraerse. Este movimiento caótico de temblor de los ventrículos convierte al corazón en una bomba ineficaz que ya no puede suministrar oxígeno al organismo.
En cuestión de segundos, la persona pierde el conocimiento y deja de tener pulso. Sólo el tratamiento inmediato de urgencia, como la reanimación cardiopulmonar (RCP) y la desfibrilación externa precoz, pueden salvar la vida. Cada segundo que transcurre sin tratamiento desde la aparición de la parada cardíaca disminuye la supervivencia del individuo en un 10%, por lo que es necesario recibir rápidamente el tratamiento de urgencia para aumentar las probabilidades de supervivencia.
Las guías de la AHA (Asociación Americana del Corazón) para RCP (Reanimación cardiovascular) y ACE (Atención cardiovascular de emergencia) recomiendan establecer programas de DEA en aquellos lugares públicos en los que haya probabilidad relativamente alta de presenciar un paro cardíaco. De igual manera en el escenario nacional ya existen diferentes normas que regulan y establecen las condiciones de implementación de las zonas cardio-protegidas.
Se refiere a una serie de pasos a seguir ante una víctima que está padeciendo una situación de emergencia sanitaria, como puede ser un ataque al corazón o una parada cardiorrespiratoria. La aplicación de esta serie de acciones también se le denomina Soporte Vital Básico.
La realización correcta de estos pasos hará que las posibilidades de supervivencia de la víctima sean mayores y que, los daños y secuelas que pueda ocasionar disminuyan.
Ahora que conocer más de cardioprotección, te invitamos a conversar con uno de nuestros especialistas para guiarte en el proceso de implementación de Zonas Cardio-protegidas.