Investigadores de la Universidad de Boston (Estados Unidos) han descubierto que quienes evitan más factores de riesgo cardiovascular a lo largo de su vida, como la obesidad, la hipertensión o el tabaquismo, tienen muchas más probabilidades de llegar a la vejez con unas arterias saludables más propias de un joven de 29 años.
El trabajo, publicado en la revista ‘Hypertension’, incluyó a un total de 3.196 adultos de más de 50 años para analizar lo que se conoce como su envejecimiento vascular, que mide la elasticidad de los vasos sanguíneos, y cómo influyen en él siete factores de riesgo cardiovascular clásicos: hipertensión, colesterol alto, niveles elevados de azúcar en sangre, sedentarismo, obesidad, mala alimentación y tabaquismo.
De este modo, los que consiguieron evitar al menos seis de estos problemas eran 10 veces más propensos a tener unos vasos sanguíneos flexibles y funcionando correctamente, en comparación con quienes sólo evitaban uno de estos factores de riesgo.
“Sobre todo parece que mantener un peso adecuado y evitar la diabetes es lo más importante”, ha señalado Teemu Niiranen, principal autor de este trabajo, que cree que esto se debe al exceso de inflamación y los desequilibrios neurohormonales asociados con la obesidad y la diabetes.
En las personas jóvenes y sanas, las arterias son como tubos de goma blanda que absorben fácilmente el impacto que conlleva cada contracción del músculo cardiaco para enviar sangre a través de ellos. Pero con la edad, las paredes de la arteria se vuelven más gruesas y pierden elasticidad.
Ninguno de los participantes en el estudio tenía enfermedad cardiovascular al comienzo del seguimiento, pero después de que los investigadores siguieran a la mitad de ellos durante al menos 9,6 años, 391 personas desarrollaron una enfermedad cardiaca, incluyendo 207 infartos.
Las personas con arterias sanas tuvieron un 55 por ciento menos probabilidades de desarrollar enfermedad cardiaca en comparación con el resto.
En total, 566 participantes, casi el 18 por ciento, tuvieron un envejecimiento vascular saludable, lo que incluyó a cerca del 30 por ciento de los participantes cuando tenían 50 años, el 7 por ciento cuando cumplieron los 60 y apenas un 1 por ciento de quienes cumplieron 70.
El colesterol controlado también es clave
Además de evitar la diabetes y la obesidad, mantener los niveles saludables de colesterol también fue un factor que contribuyó al envejecimiento vascular saludable. Otros factores de riesgo para la enfermedad cardiaca, como fumar, la dieta y el ejercicio, no fueron asociados al envejecimiento vascular sano.
El estudio no es un experimento controlado diseñado para demostrar cómo los factores de riesgo individuales para la enfermedad cardiaca influyen directamente en el envejecimiento vascular.
Entre las limitaciones del estudio, según reconocen los autores, es que los participantes eran fundamentalmente de raza blanca, por lo que habría que comprobar si los hallazgos también se reproducen en otros grupos raciales y étnicos. Los investigadores también carecían de datos completos sobre la nutrición y actividad física de los participantes.
Además, el aumento de la rigidez vascular no es el único aspecto que puede influir en el desarrollo de una enfermedad cardiovascular, ha añadido Christian Delles, de la Universidad de Glasgow (Reino Unido), en un editorial que acompaña a la investigación, de modo que otros aspectos como el estrechamiento de los vasos o la presencia de placas también deben tenerse en cuenta a la hora de evitar posibles daños.
Fuente: www.elmedicointeractivo.com