¿Cómo mejorar la salud cardiovascular?

Los ataques al corazón y los denominados accidentes vasculares cerebrales (AVC) suelen resultar fenómenos agudos que corresponden sobre todo a dificultades (tipo obstrucciones) que frenan que la sangre fluya con orientación al corazón o el cerebro. El origen más habitual es la formación de depósitos de grasa en las paredes de los vasos sanguíneos que irrigan los mencionados órganos. Por esta razón, la especialista en cardiología Julieta María Bustamante, representante del Centro de Rehabilitación Cardiovascular del Hospital Universitario Austral, compartió ciertas sugerencias para el cuidado del corazón.

Según detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud cardiovascular  se precisa como “el estado de total bienestar físico, mental, anímico, emocional y social, y no únicamente la ausencia de afecciones o padecimientos”. Sin embargo, Bustamante agregó que “cuando se repasa esa tesis en función de lo que representa la salud cardiovascular, resulta significativo agregar otros ‘actores’, como por ejemplo la estampa de ciertos hábitos, la influencia de los componentes de riesgo, y la posibilidad de que se desplieguen eventos cardiovasculares como la angina de pecho o el ataque de miocardio”.

Dentro de las proposiciones que aporta la doctora se hallan:

Moverse: la recomendación mínima de actividad física es, conforme a la Organización Mundial de la Salud, de 150 minutos semanales, con una intensidad contenida o moderada, que consiga fraccionarse en sesiones de diez minutos alternos de duración, como tiempo mínimo. Para conseguirlo resulta ideal buscar la actividad con la que cada uno se conciba a gusto, de modo de lograr mantenerla en el tiempo. Aparte de ello se recomienda evitar estar sentado durante largos espacios de tiempo.

Comer mejor: de manera saludable, a partir de una alimentación suficiente, renovada, variada y equilibrada, que contenga todos los grupos de alimentos en compensaciones ajustadas y todos los tiempos de comida.

Disminuir la ingesta de sodio: priorizando provisiones frescas y soslayando aquellos con grandes cantidades de sodio agregado.

Beber abundante agua: entre litro y medio y dos litros diarios, además de limitar la ingesta de alcohol y el consumo de cigarrillo.

Dormir: entre seis y ocho horas al día, es lo recomendado para renovar energías en el cuerpo. También, la ejecución de controles médicos periódicos, favorece la preservación de la salud.

Fuente: segundoenfoque.com