El documento aborda aspectos de diagnóstico y tratamiento en diferentes escenarios del síndrome caracterizado por síntomas y signos típicos de insuficiencia del corazón.
El Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia presentó la Guía de Práctica Clínica (GPC) de la falla cardiaca, síndrome clínico caracterizado por síntomas y signos típicos de insuficiencia, anomalía estructural o funcional del corazón, para población mayor de 18 años de edad y como resultado de un largo proceso de investigación.
El proyecto fue financiado por el Ministerio de Salud y Protección Social, del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias) y la Universidad de Antioquia, con el apoyo de las universidades de la Alianza CINETS como la Universidad Pontificia Javeriana y Universidad Nacional de Colombia; la Asociación Colombiana de Medicina Interna -ACMI-, la Sociedad Colombiana de Cardiología, American College of Physicians -ACP- Capítulo Colombia, la Sociedad Latinoamericana de Medicina Interna -SOLAMI- y la International Society of Internal Medicine -ISIM-.
El doctor Juan Manuel Senior, cardiólogo hemodinamista del Hospital San Vicente Fundación, de Medellín, y quien lideró la construcción de las Guías de Práctica Clínica de falla cardiaca, dijo en entrevista para El Hospital, que esta guía aborda aspectos de diagnóstico y tratamiento en diferentes escenarios como la falla cardiaca aguda, con fracción de eyección preservada, en etapa B, falla crónica o etapa C, avanzada y dispositivos, y de rehabilitación.
La investigación permitió desarrollar de manera sistemática recomendaciones basadas en la evidencia para la prevención, el diagnóstico oportuno, tratamiento y la rehabilitación de pacientes mayores de 18 años con falla cardíaca, con el propósito de disminuir las complicaciones, mejorar la función y la calidad de vida, con un equipo interdisciplinario y con la participación de pacientes y actores involucrados en la atención de esta enfermedad.
Según el Dr. Senior, a nivel de diagnóstico se realizó una revisión exhaustiva y con base en un metaanálisis sobre la utilidad de los péptidos natriuréticos, en el cual se estableció la utilidad del péptido natriurético tipo B (BNP) y la porción N terminal del NT-proBNP en dos escenarios específicos: ambulatorio y urgencias. De acuerdo con la literatura, se establecieron como puntos de corte, para el BNP de 100 pg/mL y para el NT proBNP de 300 pg/mL. También se delimitaron las indicaciones de la resonancia magnética cardiaca, la biopsia endomiocárdica y la angiografía coronaria en pacientes con el síndrome.
En materia del tratamiento, se discutieron alternativas terapéuticas útiles según el escenario específico; resaltando el uso de los vasodilatadores y la ventilación mecánica no invasiva en pacientes con falla cardiaca aguda, la utilización de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECAS) en pacientes con falla cardiaca en etapa B; medicamentos betabloqueadores recomendados para el manejo de la etapa C, además de la inclusión de betametildigoxina, ivabradina y la combinación de dinitrato de isosorbide más hidralazina, esta última de importante impacto en pacientes de raza negra; betabloqueadores e IECAS en pacientes con falla cardiaca con fracción de eyección preservada.
De igual manera, se desarrolló una profunda discusión sobre la indicación de dispositivos como cardiodesfibriladores (CDI) y resincronizacióncardiaca, acompañada por evaluaciones económicas, que definieron las recomendaciones al respecto y que deben generar la consideración de regulación de precios por parte del Ministerio, especialmente de los CDI, para que sean costo-efectivos. Por último, una serie de indicaciones y puntos de buena práctica clínica en la rehabilitación del paciente con la enfermedad para lograr su reintegro social, familiar y laboral.
En relación con las nuevas técnicas para el tratamiento de la falla cardiaca, el Dr. Senior dijo que: “se hace la discusión sobre la utilización de dispositivos de asistencia ventricular definitivo, no sólo como puente a trasplante, sino como terapia de destino”. Así como la sugerencia de la realización de una evaluación económica local, antes de generalizar su uso, y la conformación de grupos de expertos para el manejo de estos pacientes. A su vez consideró que es importante que este avance deba ir acompañado del fortalecimiento de la estrategia de clínicas de falla cardiaca y grupos de trasplante cardiaco, con el fin de estrechar la brecha, entre el grupo de pacientes con indicación y puestos en lista de espera y los efectivamente receptores del órgano.
En cuanto a nuevas tecnologías, tema derivado del avance en dispositivos como terapia de destino, el Dr. Senior destacó el del soporte ventricular temporal, que permite sostener la hemodinámica del paciente mientras se coloca en lista como emergente (urgencia 0) para el trasplante; dado que en Colombia hasta hace algunos años se disponía solo de balón de contrapulsación para la asistencia, y en este momento se está sedimentando los grupos en manejo de oxigenación por membrana extracorpórea ECMO y del sistema de asistencia ventricular IMPELLA, dispositivos que permiten aumentar el gasto cardiaco en forma más efectiva para lograr estabilizar al paciente antes de someterlo al trasplante.
Fuente: www.elhospital.com