Nueva técnica de reemplazo de la válvula cardíaca aumentaría opciones de tratamiento para pacientes

Científicos del NHLBI informaron sobre el éxito del procedimiento practicado en siete pacientes de alto riesgo a través del método BASILICA.

En el estudio actual, científicos del Instituto Nacional de Corazón, Pulmón y Sangre (NHLBI, por su sigla en inglés) en Washington, Estados Unidos, informaron el éxito del procedimiento practicado en siete pacientes de alto riesgo que calificaron para el uso compasivo de la técnica.

El método, llamado laceración intencional de la festoneada aórtica bioprosética para prevenir la obstrucción de la arteria coronaria yatrógena (BASILICA, por su sigla en inglés), fue desarrollado por Jaffar Khan con el objetivo de aumentar la seguridad de TAVR para este subconjunto de individuos.

La técnica previene la obstrucción de la arteria coronaria durante el reemplazo valvular aórtico transcatéter (TAVR, por su sigla en inglés), una complicación rara, pero a menudo fatal. Los hallazgos fueron publicados en la Revista del Colegio Americano de Cardiología.

“Estos pacientes no son elegibles para la TAVR convencional o tienen un alto riesgo de sufrirla”, dijo Robert Lederman, investigador principal de la División de Investigación Intramural de NHLBI, quien dirigió el estudio junto con Khan.

Lederman explicó que, durante la TAVR, el cirujano coloca un catéter dentro del corazón y usa un globo para abrir una nueva válvula dentro de la válvula aórtica. Sin embargo, en algunos pacientes cuyos corazones tienen estructuras poco comunes, como válvulas grandes o pequeñas raíces aórticas, las valvas grandes bloquean el flujo de sangre a las arterias coronarias a medida que se abre el andamio de la nueva válvula.

“No existe un tratamiento o estrategia de prevención para la obstrucción coronaria inducida por TAVR”, señaló Lederman. “La técnica anterior de usar un stent para abrir la arteria coronaria parece tener resultados pobres a largo plazo”, agregó.

BASILICA ofrece una solución al problema de la obstrucción coronaria durante la TAVR. El cardiólogo intervencionista teje un cable electrificado del tamaño de un hilo de coser a través de un catéter y lo utiliza para dividir el prospecto original en dos, de modo que no pueda bloquear la arteria coronaria una vez empujada hacia un lado por la válvula cardíaca transcatéter.

“Lo estaban haciendo bien ya que alcanzaron la marca de 30 días después del procedimiento. Todos los pacientes tuvieron una TAVR exitosa sin obstrucción coronaria, accidente cerebrovascular o ninguna complicación importante”, aseguró Lederman.

Los investigadores esperan que la técnica ayude con el tiempo a reducir el número de muertes por enfermedad de la válvula cardíaca. BASILICA se evaluará en un estudio de viabilidad temprano multicéntrico, patrocinado por el NHLBI, que comenzó a inscribir pacientes en enero del año en curso.

Fuente: elhospital.com