El argumento utilizado por muchos, de sustituir los tradicionales tabacos por un cigarrillo electrónico, es hoy una falacia. Una investigación realizada por la American Stroke Association (ASA), determinó que el consumo constante y elevado de estos artefactos aumenta las posibilidades de sufrir derrames cerebrales o enfermedades coronarias.
El estudio realizado a personas fumadoras activas y no fumadores determinó que quienes utilizan los cigarrillos electrónicos son propensos a ataques cardíacos, aunque no tengan historial médico en el cardiólogo.
Los datos reseñaron que en porcentaje el fumador que prefiere la modalidad electrónica presenta un riesgo de 71% mayor de sufrir un derrame cerebral, 59% más de probabilidades de padecer un ataque cardíaco o angina de pecho, lo que se traduce en el doble del índice de consumo de cigarrillos convencionales.
En sus conclusiones, la ASA alertó a la población mundial sobre esta práctica que hasta ahora era considerada no invasiva. Por lo que recordó que los cigarrillos electrónicos contienen nicotina y no cuentan con la supervisión adecuada de las leyes y organismos sanitarios que regulen su consumo.
Del mismo modo, pidieron controlar la venta, comercialización y acceso de estos productos en la población joven hasta tanto no se realice un estudio sobre los embates que puede generar en el organismo de los adolescentes.
Sobre el consumo del tabaco en jóvenes, la ASA admitió que para el 2016 el 11.3% de los alumnos de las escuelas secundarias de Estados Unidos admitieron haber consumido cigarrillos electrónicos. Mientras que entre los años 2011 y 2015 el uso de este artefacto en la población estudiantil se elevó 900%.
Fuente: opinionysalud.com