La mitad de los ataques cardiacos podrían ser ‘silenciosos’

Sin síntomas típicos, muchos dejan de recibir una atención médica esencial, advierten unos expertos.

Hasta la mitad de todos los ataques cardiacos podrían ser “silenciosos”, sin los síntomas típicos de dolor demoledor en el pecho, falta de aliento y sudor frío, sugieren los hallazgos de un nuevo estudio. Entre las casi 9,500 personas incluidas en el estudio, un 45 por ciento de todos los ataques cardiacos fueron silenciosos, encontraron los investigadores. Y, dijeron los autores del estudio, esos ataques cardiacos silenciosos triplican las probabilidades de morir de una enfermedad cardiaca.

“Los ataques cardiacos silenciosos son casi tan comunes como los ataques cardiacos con síntomas, e igual de malos”, advirtió el autor principal del estudio, el Dr. Elsayed Soliman, director del centro de investigación sobre epidemiología cardiaca de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wake Forest en Winston-Salem, Carolina del Norte. Los ataques cardiacos reducen o paran el flujo sanguíneo que llega al músculo cardiaco. Dado que con frecuencia los ataques cardiacos silenciosos no se diagnostican, las personas no obtienen la atención médica necesaria para prevenir otro ataque cardiaco, o incluso la muerte, explicaron los autores del estudio.

Los síntomas de un ataque cardiaco silencioso son tan leves que apenas se notan, o no se notan en lo absoluto, señaló Soliman. La mayoría se descubren de forma accidental cuando el daño aparece en un electrocardiograma (ECG) administrado durante un examen regular o antes de una cirugía, apuntó.

Según la Dra. Suzanne Steinbaum, directora de salud cardiaca de las mujeres del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, “cuando los ataques cardiacos son silenciosos, es menos probable que las personas reciban tratamiento. Y ese ha sido el problema con las mujeres. A veces los síntomas son más sutiles que el dolor abrumador en el pecho”. Aunque los ataques cardiacos silenciosos son más comunes en los hombres, son más letales para las mujeres, y quizá para las personas negras, indicaron los hallazgos del estudio.

Steinbaum, que no participó en el estudio, dijo que las personas no deben descartar síntomas como la fatiga, las náuseas o la falta de aire que ocurren durante el ejercicio o al hacer los recados, pero que desaparecen con el descanso. “Esos síntomas sutiles podrían ser su corazón, y no se deben ignorar. Se debe buscar atención médica”, enfatizó. “Le digo a todas las mujeres que hay que observar de cerca los factores de riesgo de la enfermedad cardiaca”, añadió Steinbaum.

Los investigadores dijeron que hubo demasiados pocos pacientes negros en el estudio para saber con certeza si les iba peor que a los blancos, aunque parece ser así. Un paciente que ha sufrido un ataque cardiaco silencioso debe ser tratado de forma agresiva, dijo Soliman. El tratamiento incluye controlar la hipertensión y el colesterol, y posiblemente modificar la conducta. Los cambios en el estilo de vida incluyen llevar una dieta más saludable, hacer ejercicio, perder peso y dejar de fumar. Es la misma receta para los ataques cardiacos con y sin síntomas, dijo Soliman. Las personas que tienen un poco de dolor en el pecho más factores de riesgo de ataque cardiaco (como hipertensión, obesidad o diabetes) deben recibir un ECG “no solo para ver si han sufrido un ataque cardiaco, sino también para la prevención de resultados que pueden ocurrir más tarde”, aconsejó. Los hallazgos de un ataque cardiaco anterior no se deben tomar a la ligera, añadió Soliman.

En el estudio, Soliman y sus colaboradores recolectaron datos sobre hombres y mujeres de mediana edad que participaron en un estudio que evaluó las causas y los resultados del endurecimiento de las arterias (aterosclerosis). El estudio se llevó a cabo en cuatro comunidades de EE. UU. Durante unos nueve años de seguimiento, 317 pacientes sufrieron ataques cardiacos silenciosos, y 386 tuvieron ataques cardiacos con síntomas clásicos. Se dio seguimiento a las muertes durante más de 20 años. Los investigadores tomaron en cuenta factores como fumar, el peso, la diabetes, la hipertensión y el colesterol. También consideraron los ingresos y la educación, que podrían afectar el acceso a la atención.

Los investigadores hallaron que el riesgo de muerte por todas las causas aumentó en un 34 por ciento tras un ataque cardiaco silencioso. El Dr. Andrew Freeman, director de cardiología clínica de National Jewish Health en Denver, dijo que “no creo que la gente realmente entendiera la incidencia del ataque cardiaco silencioso”. Freeman también es vocero del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology). “En países en que los patrones de dieta y ejercicio no son ideales, podría haber mucha gente con la que nunca tenemos contacto pero que podrían sufrir de este problema”, planteó. Freeman sugirió que los médicos deben esforzarse más en la prevención. “Los médicos pasan muy poco tiempo hablando con los pacientes sobre la dieta y el ejercicio”, comentó. “Toda consulta médica debe tener algún componente de prevención”. El informe aparece en la edición en línea del 16 de mayo de la revista Circulation.

Fuente: www.avancesensalud.com